domingo, 14 de junio de 2015

Mal-versaciones 3

Mal-versaciones
no copia
o es, mal verso

hay gramática
ortografía y
neodiscurso

sin chisme
ni interpretación jurídica
sí, versión

lunes, 13 de abril de 2015

La última educación


Juan J. Bernal
He sido educador desde hace 70 años. Comencé dando clases de latín en Costa Rica, luego me fui a Rusia y aprendí estructuralismo, formalismo y crítica, así me formé en un profesor que actualmente es uno de los que más sabe de literatura europea en la Universidad de Salamanca.
Hace unos días vine a Costarrisible, nuevamente, casi no me gusta estar aquí, esto parece Comala, el ambiente es ultraoscuro ―y más ahora con la ceniza―, sin embargo, lo más oscuro es la mente del tico. No comprenden sobre el goteo político. Los políticos dan a los marginados la falsa gota del sustento; el catolicismo y los evangélicos acompañan con trompetas sordas el sonido del gotear político, mientras los jóvenes mueren en la vanguardia de la estupidez, no se permite cuestionar, ni hablar de señor, ni analizar la base de la estructura significativa. Ya no podemos hacer nada, la supuesta educación creativa pretende juegos con capacidad neomemorística para que los paupérrimos sientan la diferencia de lo mismo.
Los jóvenes hablan en la calle con personas inadecuadas sobre sexo, les encantan las definiciones de siempre. La educación preadolescente más en casa ―que en el centro educativo― está más del lado de la domesticación, y la esclavitud; que de un despertar de la disciplina, por eso, yo prefiero ser un personaje, en este país, y una realidad en Rusia y en Madrid. Ya no sé qué más escribir. Adiós. Solo me preocupa, que cuando esta generación muera, la que no es tecnocrata y conoció el mundo de la biblioteca, ―este país deje de tener una educación que fue pública y pase a una domesticación segura―, donde el sujeto no sabe que está siendo enajenado y vive en la obediencia absoluta. Por eso, escribo, que la gente ya no está siendo educada. Educa más Facebook, con críticas de fútbol, el peinado y el vestido de moda que un docente, no tanto, porque él no quiera; sino por la alianza de sistemas del mal social.  


sábado, 11 de abril de 2015

El dulce reconocimiento de Collage


A. J. Cárdenas*

Collage es una metáfora de corte y pegue; pinte aquí, allí y allá, de este modo y esta forma se sintetiza la vida. Las amarguras de ayer son las alegrías de hoy. Así somos los humanos. La poesía de Miguel Castro recupera la vida.
  
¿Por qué Collage obtuvo una mención y no un triunfo en el certamen literario Brunca? Pues, la recepción del texto poético fue interrumpida por el sentido canónico de las reglas del género poesía, tal se considera en la academia y las editoriales estatales de Costa Rica. No era para menos, el concurso fue realizado por la Universidad Nacional sede Brunca. En el jurado participó Julieta Dobles que desde 1974 entró a contaminar la poesía costarricense.
Los transcendentalistas tienen 41 años de destruir la poética costarricense. Ser poeta significa innovar con la palabra. Tienen un grupo llamado Poiesis, que no crea, se han vuelto coperos de la Edad Media, malos coperos; siempre ejecutan las mismas reglas. Lo peor, han vuelto la recepción de poesía singularidad, le hurtaron el principio de plurisignificación y pluricreación a la poesía.
―Odio la poesía que elimina del todo la realidad, o describe la falsa realidad, esa políticamente aceptada―.
Dobles fue una buena poeta, sus poemas me conmovieron en mis primeras lecturas, iguales los de Laureano Albán, el que nunca me sedujo es Ronald Bonilla. La poesía de Bonilla quedó en el siglo 20. Sin embargo, se le sigue premiando. Parece que los lectores costarricenses, principalmente, los del jurado necesitan una actuación literaria.
Si ser un simple lector ya es difícil, lo es más ser jurado. Pienso que ser jurado debe significar objetividad, para ello, el lector jurado analizará la literatura desde los puntos históricos, y no solo por el gusto; que se caracteriza por ser subjetivo. Pero los editores, principalmente estatales, los críticos, los jurados han objetivado el gusto, lo domesticaron, para servírselo con falsos brillos a los lectores comunes y corrientes.
En la década de los 70 del siglo pasado, cuando los otros países hispanoamericanos estaban provocando una poesía de compromiso socialpolíticoguerrillero, ellos apuntaron contra la poesía antipolítica; lo que favoreció los gobiernos de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana.

 La vivificación de la poesía costarricense contemporánea, es las vanguardias, la búsqueda de la creación, y el tópico antitrascendenlalismo, gestado por una identidad que se mueve desde varios puntos del cosmos humanístico: recobrar la música y la poesía, mostrar la vivencia del cine, la influencia de músicos hisponoamericanos en nuestra cultura, recobrar la ciudad para contradecir los discursos aquileistas, búsqueda insaciable de la universalidad oponiéndolo contra el cosmopolitismo y aristocratismo modernista que recobró el estilo de vida y escritura de los ya mencionados poetas dominantes.
Escribir y hablar de poesía siempre es complejo.
La poesía costarricense recupera la vivencia y al receptor.
En Costa Rica se dice que no hay lectores de poesía ―es falso―, la nueva tendencia poética ha recuperado a los lectores, ya los tiene; y cuando me encuentro con profesionales en la enseñanza del Español con 20 o 30 años de enseñar que no les gusta leer poesía, me imagino su época de juventud, y, veo los poemas de Laureano Albán, Julieta Dobles, Ronald Bonilla y algunos de los poemas de Carlos Duverrán, entre otros, como un cuerpo de Fealdad Absoluta.
Los transcendentalistas escribieron una poesía antipolitica, cómo va ser posible que un poeta como Lawrence Ferlinghetti reconozca más la importancia vital de lo político en nuestro gran territorio centroamericano, según el signo de los siguientes versos: “¿Y tú de qué lado estás?/ cantaban los pájaros/ Oh tú ¿de qué parte estás/ en la Tercera Guerra Mundial/ la guerra contra el Tercer Mundo?” Yo pregunto ¿de qué lado está usted Señor o señora T?

Collage obtuvo una mención. Esto significa: “su poesía, Miguel Castro es digna; pero entienda, no debe ganar premios; para los premios estamos nosotros; esta es la época de Ronald Bonilla”.

La poesía de Miguel Castro es dulce, trata del guaro. “De la caña se hace guaro”, cantó Capmany. En el último número de la revista Conjetura señalé el tópico de la Fiesta, desarrollado desde el licor y la nueva religión (la música), me parece importante, en esta noche comentar que la dulzura se gesta cuando el poema fragmentado revive los excesos de la juventud y al recobrar los signos de una música que llamarían rebelde.

Configuración de la dulzura: la risa dulcifica la psique, veamos los siguientes versos “¿recuerdas?/ la adolescencia/ aquellos muchos/ ―que nos significaban muy poco―” (53), es de risa el llamado recuerdas y significaban, y ultrarisa poco, ―esos momentos sí resultaron muy significativos, al punto de que el yo lírico asumiera una aptitud de cronista―; también, cuando el Yo poético altera los valores, todo disvalor social es pervertido en valor; el norte se hace sur, cuando el sur es mejor que el norte, ya que ahí se encuentra el Yo: “te seguía/ aunque fueras mi contra-cultura/ te irías al norte/ junto a los cristianos”; el Yo lírico se marca gramaticalmente a sí mismo inseguro “me gustaría probar con la poesía descriptiva”, y sí describe, lo vivido, la emoción y la propuesta ideológica, por ejemplo: “siempre llenabas mis palabras/ que se resistían/ a decretar encantamientos/ ante ti/ desfilaban/ palabras insípidas/ palabras trasparentes/ palabras alarmadas/ palabras que tenían/ las líneas de mis manos” (19).  
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Lastimosamente, los editores no analizan, no critican. Lo que provoca que se elimine el proceso de conformación y corrección que debe realizar el lector, quien no puede terminar de leer el texto poético, porque ya un grupo determinó la interpretación y generó una falsa victoria, como el caso de Collage.
La recepción de la poesía al ser determinada borra su principio de creación, libertad y revelación. En este poemario se desea revelar una historia de Don Nadie, todos somos don nadie, y no existimos si nuestro pasado sigue en el nivel invisible; únicamente llegamos a ser tangibles en la escritura, veamos la técnica de Castro, utiliza un pasado-presente para ser siempre presente, de esta forma se existe en todo momento. Por eso, es dulce existir por siempre.



*  Poeta y escritor.

lunes, 20 de octubre de 2014

Loco

-¡Creánme!

Microcuento de mis microcuentos


A J Cárdenas

‎-Ya le dije a Daniel Huavcrivsibú que el microrrelato es in intertexto, como el “Sansón” de Monterroso; una síntesis, por ejemplo "El Emigrante"; un poema; un aforismo, "La sombra de Mistral"; es metaficción; por ejemplo, hablar de mí mismo, (decir solamente mi nombre es microcuento); una microficción, una leyenda, historia con poesía como el libro “Vista del amanecer en el Trópico” por Guillermo Cabrera infante; la microficción tiene sus orígenes en el mito, gen de la literatura, sin embargo, yo soy el que inventó el microrrelato más corto, y nadie lo sabe:


Loco
-¡Creánme
 
 




-Dijo Juan J. Bernal

jueves, 31 de julio de 2014

La computadora o la Inquisición

Realidad de medios tecnológicos en las aulas de centro de educación publica

El 16 de febrero de 2013, en el periódico La nación se publica un artículo titulado “Tecnologías llegan al aula con débil capacitación de docentes”, entre los subtítulos que escribió el periodista Alberto Barrantes se destaca el siguiente “MEP critica vacío en la formación universitaria de nuevos profesores”, esta línea escritural viene a complementarse, cuando se afirma que las universidades están preparando a los educadores mal, sin tecnología. Sin embargo, aquellos que son docentes deben preguntarse, si esto es verdad; si esa afirmación del MEP, según Barrantes es fiel, indicaría: todos los educadores del sector público manejan adecuadamente la tecnología; esto es mentira, porque hoy en colegios como el Liceo Roberto Brenes Mesén, en Hatillo no manejan el PIAD, ni en el Liceo de Coronado, ni en el Colegio Técnico Profesional de Limón.
Muchos educadores todavía en estos inicios del siglo XXI le pagan a digitadores, porque no desean aprender a usar una computadora y los que la manejan para realizar exámenes y preparar algunos materiales didácticos no se atreven a usar el sistema PIAD.
En la página electrónica del OEI (Organización de los Estados Iberoamericanos) del 10 de febrero del 2010 se publica: “Tan sólo en los últimos meses del 2009, el Sistema de Información del PIAD (software) fue instalado en 317 colegios públicos académicos y técnicos de todo el país de un total de 620, lo que facilitó los procesos de matrícula, y formación de grupos y horarios según las últimas directrices del MEP para adelantar o repetir materias”. Después de haber mencionado solo tres casos de colegios que se pueden considerar céntricos, según la ubicación, cabeceras de cantón: Coronado y Limón, en el caso de Hatillo, que pertenece al cantón central, en la capital se puede preguntar, por qué profesores con 20 o 15 años de experiencia no usan esta herramienta moderna, por qué se acusa a las universidades. Como se puede observar aquí hay un discurso oculto político; si el MEP señala ese error en las universidades, puede decir, que por eso muchos jóvenes no tienen trabajo. Mientras señala eso, mantiene oculto que hay en realidad una cantidad suficiente de educadores que no desean actualizarse en la tecnología digital.

De este modo, el tema de la tecnología y la educación conlleva varios temas: el desempleo, el deseo por lo tradicional y el miedo por parte de los que educan a ser enseñados nuevamente, desde una focalización psicológica; además, durante muchos años se ha tenido la idea que la computadora es Satán, o peor, terrenalmente, la Inquisición. Esto sucede, porque muchos han sostenido que la computadora hace todo por la persona, hasta pensar, gran error; es difícil de operar; es solo para jóvenes, porque ellos nacen con el chip; se desactualiza muy rápido. En fin, no se desea informar que el MEP no tiene capacidad para entregar información tan simple como la papelería oficial a tiempo, y menos actualizaciones tecnológicas en el país. Si los educadores no están en la vanguardia de un registro electrónico, y algunos, todavía, como en las montañas de Talamanca no tiene computadora cómo vamos a pedir computadoras para que estudiantes utilicen la tecnología, si su educador no sabe ni manejar el celular para enviar un mensaje de texto, usando SMS. Sin lugar a dudas aquí, en Costa Rica lo que hay es un deseo por parte del adulto-educador para conservarse en la tradición y no para aprender, eso sucede a raíz de que se ha olvidado que aprender es cambiar, y enseñar es aprender constantemente.  

domingo, 22 de junio de 2014

La identidad poética en Psicologías intencionales


14 de junio, 2014.

Universidad Nacional Autonoma, sede Región Brunca.

 

A. J. Cárdenas

 

La identidad es la construcción que tenga el individuo de sí mismo, esta construcción da seguridad y claridad acerca de su personalidad. En la escritura de poemas, este concepto se puede encontrar como manifiestos acerca de la poesía, a los cuales se les ha llamado poéticas, también mediante los valores y creencias del poeta en los textos.

Psicologías intencionales. Poemas de mi noche tiene una paratextualidad configurada por la psicología desde estudios a los mismos poetas, el ejemplo de Pizarnik en el epígrafe; donde se observa la declaración psicológica desde teorías de la personalidad hasta las inteligencias que puedan tener los sujetos, esto señala al poemario bajo el indicador: explicación. Psicologías intencionales busca explicaciones sociales, y al mismo tiempo da explicación sobre la actuación emocional o los sucesos emocionales del poeta en su entorno.

Siempre el psicólogo es quién escucha, quién sana y quién conoce, aconseja o recomienda, y aquel quién no sabemos si se autoevalúa; en este caso, el poeta Miguel Castro nos entrega su identidad, su autoevaluación y su autocrítica, no se queda en el plano crítico ni de compartir sus emociones y vivencias como es la costumbre de los poetas. Esta neopoética nos da poemas como fruto de una existencia deseosa de compartir con la sociedad deberías, introyectos, no solo de parte de los otros, sino del mismo poeta, ese rasgo significativo en el plano de lo estético trae el efecto de risa, porque el lector poético puede burlarse del mismo poetapsicólogo, ya que está usando la escritura terapéutica para sí mismo.

El poetapsicoterapeuta sabe que la escritura libera, así que busca liberarse de la sociedad sin dejar de actuar en el medio social. Además, la escritura es conciencia del ente social, y, es la encargada de darle consciencia a la misma Sociedad en la consciencia colectiva, por eso mismo el primer poema Existo inicia el libro, porque lo primero que un terapeuta tiene que hacer es, asegurarle la existencia al sujeto enfermo, de esta forma se elimina la baja estima para dar inicio al alter-ego, elemento importantísimo para el origen del poeta en su escritura. Sin ese poema no podría existir ni el poeta ni el poemario que presentamos hoy.

La investigadora y profesora Maribel León Fernández en el artículo "La poesíaterapia: Enfrentando y manejando el dolor" cita a Vicente, quien define biblioterapia bajo tres variantes: ayuda en el proceso terapéutico, terapia, disciplina de desenvolvimiento y crecimiento personal; señalo esto para indicar: uno de los motivos de la poesía es construir un mejor sujeto, el cual, debe estar emocionalmente estable, si un autor no se sana ni se libera en su escritura, en realidad ya no tiene con qué sanarse. La poesía es la sanidad y la enfermedad; eso depende del poeta. En la sección paratextual Inteligencia terapéutica hay poema titulado Confieso en cual hay tres versos: "y descubrir/ las ruinas/ de mi personalidad", los cuales considero núcleo significativo del proceso biblioterapéutico de la poesía que vive el poeta.

Si vemos la situación contemporánea de la poesía costarricense los poetas antilíricos o antitrascendentalistas son sujetos innestables emocionalmente, esto representa una poesía caótica y enferma; la poesía de Castro viene anteponiéndose a esa poesía, él da soluciones no propuestas ni descripciones ni juicios de valor como tradicionalmente se práctica en la poesía, un ejemplo de sanidad se puede observar en el poema Busquemos olvidar, del cual recupero los siguientes versos: "todavía/ suele ser absurdo,/ al final/ olvidar es olvi y dar".

El papel de sanidad en la poesíaterapia se da cuando el poeta se autoacepta, proceso que le trae seguridad y manifiesta la identidad del poeta en la más pura esencia del ser, para lo cual sería explicito mencionar Creo esta teoría, de este poema, los versos: "para ser más conciso/ solo hay una/ con la que digo/ yo la amo/ y es yo te amo".

Ninguno de los poemas marca más la identidad del poeta  Juan Salvador Poeta de carácter intertextual, en este poema el poeta confirma su identidad y se autonombra y afirma como poeta irremediable, quien no se sanó, ni le funcionó la terapia. Esto trae una paradoja poética a nivel textual, porque el poeta se aleja de la propuesta personal poética para entrar en la actualización de la poesía costarricense en términos escriturales, esto significa que el autor no está separado del contexto, y que su personalidad también se configura en el reflejo de sí en el mundo, por eso, la condición de oblicuo poético, aún de sí mismo, no es incoherente textualmente ya que desde el punto de vista psicológico una persona nunca puede ser completamente blanco o negro, sino que depende del momento, por lo tanto, los poemas de Castro lo que hacen es  presentar momentos emocionales que configuran la seguridad personal. De este poema, Juan Salvador Poeta rescato los versos: "Resultando,/ evidencia suficiente para concluir, inducir, confirmar,/ evidenciar su diagnóstico:/ POETA IRREMEDIABLE/ resultando del niño que persiste hasta hoy/ negándose a soltar los sueños/ y a morirse de Adulto". La poesía de Miguel Ángel Castro se mantiene coherente en todo el poemario por el lenguaje, ya que este es denotativo y técnico psicológico separándose de la poesía antilírica que en términos lexicales va en contra del lenguaje figurativo; en este autor generaleño el lenguaje denotativo significa manifestar la emoción lo más claro posible, para que ahí esté la emoción como el poeta la interiorizó.